Tema 1.- Breve repaso de la Edad Media.

Dado que estoy seguro que no recordáis casi nada del curso pasado, vamos a aprovechar las dos primeras semanas para hacer un rápido repaso sobre la Historia de la Edad Media y Edad Moderna antes de adenteranos en la aposionantes Historia Contemporánea.

Comenzaremos por recordar el inicio de la Edad Media. 

EL INICIO DE LA EDAD MEDIA

El paso de la Edad Antigua a la Edad Media se desarrolla en Europa tras la crisis del Imperio Romano, que desaparece definitivamente en el año 476 d.C. Y a partir de del siglo VII el espacio ocupado por el imperio romano se dividió en tres grandes civilizaciones: la bizantina, el islam y los reinos germánicos.

A partir del Siglo III d.C. (Bajo Imperio) la decadencia de Roma permitió la entrada de los pueblos provenientes de más allá de los ríos Danubio y Rhin:  BÁRBAROS (extranjeros en latín).
Algunas veces entraban en forma pacífica mediante pactos con los romanos, pero en otras ocasiones los hacían de manera violenta mediante enfrentamientos militares.

Para mejorar la seguridad y facilitar su defensa, el emperador Teodosio decidió en el año 395 d.C. dividir el Imperio en dos partes, y repartirla entre sus dos hijos Honorio (la Occidental) y Arcadio (la Oriental)



De esa manera se pudo resistir casi un siglo más ante las invasiones bárbaras, pero ya en el año 476 d.C. el general Odoacro venció y depuso al último emperador romano de Occidente (Rómulo Augústulo). En la parte oriental el imperio se mantuvo y transformó internamente en lo que se conoce como Imperio Bizantino.

Tras la deposición del último emperador romano, el poder lo asumió cada tribu germana en el territorio que ocupaba: Los visigodos en gran parte de Hispania, los Francos en la Galia, los Ostrogodos y Lombardos en la Península Itálica, los Anglos y Sajones en Britania.

Fue un periodo de inseguridad no solamente por las luchas entre la población autóctona contra los bárbaros, sino también entre los diferentes grupos germánicos por el control del territorio. Las ciudades fueron saqueadas y la población se trasladó al campo, donde buscó la protección de los ricos propietarios.

La economía comenzó a basarse casi exclusivamente en la agricultura y la ganadería que se convirtió en la base de la subsistencia. El comercio casi desapareció.

La sociedad se empobreció, la cultura también sufrió esta crisis, y por ellos los restos más significativos de estos pueblos son pequeñas iglesias o piezas de orfebrería.

Romanos y germanos tenían distintas leyes, costumbres y religiones. Pero poco a poco se fueron mezclando y en los lugares más romanizados los germanos adoptaron el latín como lengua, el cristianismo como religión y el Derecho Romano como leyes.